Me operaron... si, me abrieron la guata y me sacaron la besicula y una ernia de pasadita.
Es primera vez que me operan, de hecho voy muy poco al doctor, y me sorprendio cuando por un dolor de guata, me encontraron calculos a la vesicula, y con un poco de susto lograron que me internara y me operara altiro.
La operacion fue en el Sotero de Rio, y a pesar que existen un monton de mitos y leyendas que rondan este hospital, no tube ningun tipo de escrupulo, sobre todo si la operacion me salia barata. Pero me tube que comer mis aprensiones ya que me trataron de lujo. Una excelente atencion, acompañado de una operacion sin complicaciones, y un personal a todo dar, hicieron de mi "primera vez" una experiencia muy placentera y nada de traumatica. El problema vino despues ya en mi casa, en donde tenia que estar acostado y mirando el techo, hablar poco, y nada de risa. La risa no es una caracteristica en mi vida, de hecho, me cuesta reir con ganas, pero cuando hay que reirse... me rio. Y justo un dia despues de esta operacion me vinieron a ver unos amigos al enterarse de mi estado, y me hicieron reir. Entonces experimente la risa dolorosa... mal, mal. Pero me alegro la visita de estos dos personajes, que son muy queridos amigos.
Despues estaba el asunto de dormir. Yo acostumbro dormir cucharita con la Marcia, que se yo, abrazarla, agarrar una pechuguita... paro ahora era imposible sobre todo cuando se acabaron las pastillas que me dieron para aliviar el dolor, porque no quise comprar mas (no me gusta tomar pastillas) y me tube que comer ese dolor un tiempo, a lo mero macho, y solo conformarme con tirar la mano para el lado. La Marcia me decia "Rodrigo, eso te puede hacer mal..." pero nada... necesitaba piel. Despues viene el asunto de la dieta, que es por un mes. Personalmente, la carne no me llama mucho la atencion, de hecho siempre he dicho que yo seria vegetariano si no fuera por las empanadas. Si, las empanadas me tienen amarrado al mundo de los carnivoros, su olor su sabor, pero tiene que ser de horno y mejor si es hecha por la Marcia, ¡Uf!... eso es aun mas tentador. Pero comer empanadas en esta epoca es tan poco probable como la advenicion de cristo, asi esque estaba de lo mas comodo con mi dieta baja en todo, hasta que a mi cuñado se le ocurre volver de Suecia (el pais no la calle) y como es costumbre en la familia de mi señora, ¡Chas! la fiesta de bienvenida con toques folkloricos asado, vino, y como no Empanadas. Solo mi suerte y Murphy podian hacerme una jugada como esta, y claro, aun estoy choqueado por no haber podido probar ni una sola... incluso sobraron, se las dieron a los perros, que se yo. Y yo ahi, con mi pollito a la plancha. Todo mal, ahora solo falta que Cristo se venga y me pille justo haciendo el amor de la forma mas salvaje.
miércoles, 4 de abril de 2007
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